Tres meses después… y sigo en Londres

Hace casi tres meses que la buena de mi hermana se fue a Londres a mejorar en todos los ámbitos de su vida. Llegó como una buena parte de españoles, con un nivel de inglés bastante paupérrimo (el nivel de inglés que se estudia en el colegio e instituto). Tras pedirle que contará un poco su situación, y todo lo que ha vivido hasta ahora, he aquí un artículo que puede que os anime a cambiar de aires, salir de vuestra zona de confort y ver nuevo mundo (siempre que sea posible). Si tenéis alguna preguna que hacerle, seguro que os la responderá. Y por favor, no creáis que todo es como “Españoles por el mundo”.

 

Llegué un 10 julio, día siguiente de realizar mi último examen de carrera, y por suerte no me encontraba sola, si no que estaba esperándome mi novio y un hostal en el que no iba a estar de residente, sino de “voluntaria”. Hablo de un contrato de voluntariado, en el cual, a cambio de realizar servicios tales como “limpiar habitaciones y zonas comunes” me daban habitación gratis y comida. La habitación, claro está, compartida por otras tres compañeras que también forman parte del “voluntariado”. De esta forma, puedo ahorrarme pagar casa en una ciudad tan cara como Londres.

Y tras tener habitación “gratis”, necesitaba una academia asequible para empezar mi camino a mejorar mi inglés, el cual llevaba años sin tocarlo.

Me di cuenta de que me encontraba en una ciudad donde todo lo que me rodeaba sonaba diferente, y los primeros días me sentía sorda y muda, ya que todo lo que me decían en inglés me sonaba a “chino” y cuando intentaba  expresarme me daba cuenta de que no salían las palabras, encontrándome perdida y con mucha impotencia. Sin embargo, seguí adelante, me apunté a una academia bastante barata, debido a que los profesores eran de prácticas, y que además, si asistía a todas las clases me salía gratis.

Tras varias semanas asistiendo a clase, y haber recordado y reforzado todo lo aprendido durante años en el colegio e instituto, empiezo a plantearme echar curriculums para intentar conseguir un trabajo, que me ayude tanto económicamente como con mi inglés.

Después de dos semanas echando curriculums, y ni una sola llamada, me dispongo a ir a una tienda de ropa de la que me habían comentado que necesitaban gente. Tras entregarlo y poder haber hablado directamente con el manager, salgo de allí con una sensación por mi cuerpo muy buena, sintiendo que en ese lugar me sentiría muy bien.

Pasaron dos días y recibí una llamada de un número desconocido, pero por casualidad estaba en la academia y no pude cogerlo. Pero al igual que yo, mi compañera de habitación echó el curriculum conmigo y recibió la misma llamada dos horas antes que yo. Por tanto, sin pensármelo decidí ir a la misma hora que ella para intentar tener una entrevista. Me presenté allí, y tan tranquila, como si estuviera hablando en español, le comenté que había recibido una llamada y que pensaba que era de allí. La mujer, muy simpática, me dijo que esperara a que pasaran los demás y luego hablaríamos.

Finalmente me concedió una entrevista, y tengo que decir que las pocas semanas que llevaba en la academia me habían servido para entender todo lo que ella me preguntaba, así como, haberme expresado lo mejor posible. Salí de allí muy contenta, pues me había sentido muy cómoda y feliz de haber realizado mi primera entrevista en Londres.

Al día siguiente, mientras limpiaba una de las zonas comunes del hostal, recibí otra vez un número desconocido, y sin pensármelo dos veces lo cogí, con el riesgo no entender nada. Tras acabar la llamada, no me podía creer que había quedado con ella en un par de horas porque estaba interesada en mí.

A los pocos días comencé a trabajar y como en muchas cosas, al principio fue difícil, sobre todo porque me encontraba rodeada de gente hablándome en inglés, a la que intentaba entender, y donde me encontraba un poco perdida, consciente de que mi nivel no era bueno, y con un poco de miedo de no saber expresarme correctamente.

Llevo dos meses en esta tienda, y cada día noto como cada vez me expreso más y mi nivel va aumentado, lo entiendo todo mucho mejor y ya no me cuesta tanto reaccionar antes las muchas preguntas que pueden realizarte los clientes.

No vine a Londres por trabajo, vine a aprender inglés, a dominarlo, a sacarme todos los títulos que me sea posible obtener, y a vivir esta experiencia única en una de las ciudades más famosas del mundo.

En un futuro, me gustaría trabajar en lo que durante años he estado estudiando en la universidad, pero soy consciente, de que sin un nivel de inglés adecuado no tengo nada que hacer en ningún lugar del mundo, por tanto, aprovecharé esta oportunidad para llegar a mi objetivo.

¡Nos vemos pronto sis! :*

 

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