Siempre hemos escuchado que a la hora de certificar una traducción necesitamos a un traductor jurado de inglés, pero la pregunta que se nos viene directamente es el porqué se llaman así.
Un traductor jurado u oficial es aquella persona que, una vez obtenido el título de traductor-intérprete jurado por parte del Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y de Cooperación, se encarga de realizar traducciones de documentos y de acreditar la veracidad de los mismos, cómo puede ser, por ejemplo, para traducciones de inglés con sello oficial.
Este profesional es el que mediante su firma y sello autentica el contenido de un documento y aporta validez legal a la traducción de cualquier documento en otra lengua como pueden ser:
- Contratos
- Acuerdos empresariales
- Testamentos
- Certificados académicos
- Contenidos que deben ser traducidos, firmados y certificados por un profesional muy concreto: un traductor jurado.
Así, el traductor oficial es la única figura que puede realizar traducciones juradas en España (hay que tener en cuenta que un traductor jurado no puede realizar traducciones juradas de otros países, para eso hay que ir a uno del propio país), teniendo todas sus traducciones un carácter oficial ante organismos públicos. No todos los traductores (es absolutamente necesario que sea un traductor jurado) pueden hacerse cargo de una traducción jurada y los requisitos son diferentes en función del país donde se necesiten estos documentos. En España y para el idioma castellano, el traductor jurado deberá disponer de un título oficial otorgado por el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación de España. Este título reconoce que dicho profesional está legalmente capacitado para realizar traducciones de una lengua extranjera al castellano y viceversa.
Las funciones de un traductor jurado son la de realizar una traducción fiel y completa de un documento que le ha sido entregado por un cliente (en papel o electrónicamente). También el traductor jurado tiene que adjuntar una copia del documento traducido a la traducción con la fecha y el sello en cada hoja para que quede constancia. Así mismo, debe conocer la certificación oficial de las traducciones juradas (la del Ministerio) y la normativa sobre traducción jurada. El traductor jurado debe además proteger la confidencialidad de los documentos y cumplir, en lo que le corresponda, con la LOPD (Ley Orgánica de Protección de Datos de Carácter Personal). Debe hacer la traducción correcta (fiel y completa) del original. No debe ni añadir contenido ni omitir.
Por razones obvias el traductor jurado no puede hacer un resumen del texto, independientemente de lo extenso que pueda ser el original. Debe traducirlo tal y como está. Lo que no puede hacer es legalizar o compulsas documentos. Este trabajo está reservado a Notarios y funcionarios públicos con autorización para ello.
Actualmente, si estás interesado en ser un traductor jurado en el futuro, ten en cuenta que solo se puede acceder a través del examen que convoca la Oficina de Interpretación de Lenguas dependiente del ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación.