Memorizar un lenguaje es un gran problema para todo el mundo que quiera aprender un idioma de una manera rápida, pero más importante, es mantener lo que has aprendido durante el tiempo y usarlo fluidamente.
Pero, exactamente, ¿cuál es el problema de memorizar con el de entender? Cuando alguien está aprendiendo un idioma, hay muchísimas palabras que hay que memorizar. El problema crece cuando el estudiante trata de memorizar “demasiado”. Aprender palabras a corto plazo para un examen, práctica o cualquier actividad, lo único que hará será el de olvidar prácticamente todo una vez que hayamos terminado de realizar el examen.
Aprender un idioma presenta un esfuerzo constante. Puedes memorizar cientos de palabras, pero eso no te ayudará a formar frases consistentes, entender expresiones y lenguaje coloquial (slang), o aplicar las reglas gramaticales. Entonces te estarás preguntando, ¿qué puedo hacer para asegurarme que todo lo que aprendo lo estoy entendiendo?
- Memoriza lo que necesita ser memorizado
Algunos aspectos de un lenguaje (como por ejemplos las diferencias al usar los verbos modales “can” y “should”) tienen que ser memorizadas a través de la repetición. Desarrolla tu propio vocabulario usando la repetición, una técnica que implica revisar lo aprendido dejando un tiempo para ver después si has retenido lo estudiado.
- Sigue los patrones
Mientras estás adquieriendo vocabulario, céntrate o fíjate en los patrones, o en las singularidades del idioma. Por ejemplo, fíjate cómo en el inglés, los adjetivos van delante del nombre (blue dog) mientras que en español normalmente va detrás (perro azul). Entendiendo este tipo de conceptos o reglas te ayudará a no tener que estar una y otra vez pensando si esto o aquello va de una u otra manera, algo que aprenderás de forma natural.
- Usa trucos y recursos nemotécnicos
Tengo un amigo que estudia medicina. Me comenta que los mejores trucos que tiene para memorizar la cantidad de enfermedades y toda la jerga médica es usando la técnica de la nemotécnica y la de usar acrónimos para describir enfermedades, y todo tipo de vocabulario específico.
A la hora de estudiar inglés, lo que se puede utilizar al aprender una palabra es ver todas las derivaciones de la misma, por ejemplo, la palabra “mind” tiene diversos significados: mente, memoria, molestar… Incluso se le añadimos el sufijo –less, “mindless” su definición cambia a despistado o sin motivo. Por eso, es importante que al descubrir una nueva palabra, veamos también sus derivaciones, nuestro vocabulario se enriquecerá en un momento y las posibilidades de que no se te olvide serán mayores.
- Involucra todos tus sentidos
Edgar Dale es famoso por su famoso Cono de la experiencia en el que explica que normalmente retenemos un 10% de lo que leemos, un 20% de lo que oímos y hasta un 90% si lo decimos y hacemos al mismo tiempo. Es decir, conforme más tiempo estés activo y te involucres con lo que estás aprendiendo, mayor retención poseerá tu mente. Cuando estudies, no te limites solamente al libro, ve más allá. Tienes todo Internet al alcance, tienes videos, audios, interactividad, ¿por qué conformarte con lo simple? Habla en voz alta, repite las palabras que escuches (conviértete en un loro) eso te ayudará también a recordar mejor y a practicar tu pronunciación. ¿Por qué crees que los extranjeros nos repiten cuando les hablamos casi todo el tiempo? Gesticula, incluso si a veces exageras, eso también te ayudará a reforzar lo aprendido. Conviértete en un actor cuando hables inglés o cualquier otro idioma, ¿o es que nunca has cambiado tu acento a la hora de imitar a un personaje? ;)
- Explícale el concepto a alguien
Recuerda que podemos hasta recordar un 90% de lo que hacemos, ¡y que mejor manera que extenderlo a nuestro alrededor! Una de las formas más potentes de fijarte si lo has entendido es explicárselo a alguien. Discutir una regla gramática con alguien te ayudará a recordarlo y decírselo a alguien que esté contigo en ese momento te dará un momento que recordarás y que posteriormente lo asociarás también a ese concepto. Si no, fijaros en esas discusiones sobre política o fútbol que en la mayoría de los casos se quedan en nada. En resumen, te ayudará a identificar los conceptos que no conoces tan bien como pensabas (o si) por lo que las oportunidades de revisarlo posteriormente serán bienvenidas.
- Interésate sobre el tema
Esto es de sentido común. ¿Por qué aprender un idioma si no me interesa? Si te haces esa pregunta, olvida estudiarlo y dedícate a otra actividad.
Hay una frase muy famosa de Edward Bolles que dice lo siguiente: “We remember what we understand; we understand only what we pay attention to; we pay attention to what we want.”
Todos tenemos días en los que nos sentimos sin ganas de hacer nada, distraídos o que no nos interesa nada, si te ocurre eso, no te preocupes, olvídate del inglés y prueba de nuevo mañana (pero vuelve mañana), pero eso sí, si de verdad quieres aprender un idioma, necesitarás estar presente, interesarte sobre el tema y la cultura del idioma, estar motivado y sobre todo querer aprenderlo.
- Repasa a menudo
Creo que este es el punto más importante de todos. ¿De qué te sirve estudiar si luego no lo repasas? Puedes pensar que lo sabes (si eres una máquina), pero en esto del inglés lo mejor es ir repasando a menudo. Así de simple, y también lo más lento. Porque a menudo creerás que avanzas más lento de lo que crees, pero tienes que pensar que si lo aprendes bien, no tendrás que volver atrás otra vez. Si lo aprendes bien, se te quedará. Y esa satisfacción no se paga ni con todo el dinero del mundo.
Así que ya sabéis, tenéis prácticamente una infinidad de recursos para aprender un idioma. Sinceramente, nunca ha sido tan fácil como hoy en día el aprenderlo. Lo único que hace falta es la motivación, las ganas de mejorar, de ir un paso más allá, de demostrarte a ti mismo (y no a los demás) que si quieres, puedes hacerlo. En definitiva, con un nuevo idioma, tu visión de la vida cambia completamente, tu actitud también, ganas independencia, tu cerebro se vuelve más completo, ganas nuevos puntos de vista, ganas todo y no pierdes nada.
Nota: El artículo original lo podéis ver aquí aunque más que una traducción me he basado en él para hablar un poco sobre el aprendizaje desde mi experiencia.