Cuando uno tiene la oportunidad de hablar en otro idioma a un niño, hay una serie de reglas a tener en cuenta, sobre todo, si vas a estar con ellos durante mucho tiempo (no solamente un par de horas), ya que se habituarán a tu voz, pronunciación, dicción y demás que será parte de su aprendizaje mientras van aprendiendo un nuevo idioma. Pensad en un momento en algún hijo de algún amigo vuestro, podréis visualizar lo mucho que se parece a ellos en el habla y en su manera de interactuar, lo que me parece gracioso ver lo pequeños que son y lo mucho que se parecen a sus progenitores.
La importancia que tiene el inglés, especialmente en España, hace que muchos padres consideren una prioridad su aprendizaje desde muy pequeños ya que son cómo esponjas, con la capacidad de retener mejor la información y aprender nuevas cosas de manera eficiente y rápida que cuando somos adultos, por lo que cuánto antes sean expuestos a otra lengua, antes empezarán a hablarlo.
La cuestión es si se tiene la necesidad de aprenderlo desde la guardería o esperar un poco más y llevarlo a alguna academia de inglés en Madrid. También está la opción de que los propios padres sean los profesores, pero en este caso hay varias cuestiones que hay que tener en cuenta:
La dicción, la manera de pronunciar de los padres si no es verdaderamente buena no sería recomendable enseñársela al hijo ya que diferentes errores pueden hacer que se queden de manera casi permanente y sea bastante difícil en el futuro arreglar ese tipo de errores, ya sean de pronunciación, un acento difícil de entender o la propia construcción de las palabras utilizando expresiones que no se utilicen en la lengua inglesa (que creo que más de uno sabe que esto ocurre a diario).
Al estar aprendiendo el nuevo idioma, la mente del niño irá desarrollándose, teniendo acceso a más culturas, otros puntos de vista, por lo que irá enriqueciendo su desarrollo intelectual y personal rápidamente. Además, el cerebro también adquirirá un mayor desarrollo, ganando una mayor concentración a la hora de estudiar (que visto lo visto cada vez hay menos concentración entre las nuevas generación), y por ende, la rapidez mental se irá agrandando cada día más.
Cómo siempre digo, aprender un idioma nuevo, hay que aprender todo lo relacionado con el país o países donde se habla. Hay que cambiar el chip y ser parte de de esa cultura, sumergirnos y estudiar no solamente la gramática y las partes que componen el idioma, sino también su gente, sus tradiciones, su cultura, su historia, en definitiva, su todo. Sin esto, siempre habrá una pequeña parte que hará que no quieras aprender realmente el idioma o en su defecto, te cueste siempre un poco más poner de tu parte a la hora de estudiarlo.
Cómo último apunte, a la hora de hablar con niños, siempre tenemos que hacerlo desde una perspectiva que lo vean cómo algo fascinante, entretenido que vean que el aprendizaje de una nueva lengua es atractivo y excitante. E intentar dejarles siempre con un poco más para el día siguiente.